Alcanzado el volumen de socios ✍️, firmados los contratos y recaudada la inversión inicial 💼💰, se inició la fase de diseñar la infraestructura en detalle 📐🏢, conciliando voces diversas 🗣️: definir cada metro cuadrado asignado a espacios deportivos 🏟️, recreativos 🎉, sociales 🤝 y culturales 🎭.
Atravesados exitosamente los mojones fundacionales -tierra 🌱, socios 🤝, aprobaciones ✅ y proyecto 📋- el equipo sostuvo una dinámica de conexión diaria 💬 y varias reuniones semanales 📅, dedicadas a analizar y decidir sobre innumerables aspectos 🤔.
Simultáneamente, visitar y analizar emprendimientos similares 🕵️♂️, convocar a “expertos” 🧑🔬 y “googlear” 🌐, para tomar conciencia de la inmensa diversidad de criterios, opiniones y preferencias 🔄.
¿Cómo calcular la cantidad de usuarios reales que tendría el club al inaugurarse? 📊
¿Cómo estimar el valor de las cuotas? 💲
¿Era necesario estipular un espacio de estacionamiento? 🚗
¿Vale la pena hacer una pileta? 🏊♂️
¿Se usará un gimnasio? 🏋️♂️
¿Ponemos un espacio para charlas y actividades culturales? 🗣️🎨
¿Cuántos baños deberíamos construir? 🚽
¿Hacemos canchas de fútbol? ¿De hockey? ¿De rugby? ¿De vóley? ¿De básquet? ⚽🏑🏉🏐🏀
¿Cuántas canchas de tenis serían suficientes? 🎾
¿De qué material hacen las canchas? 🛠️
¿Cómo deberían orientarse para evitar la molestia del sol de frente? 🌞
¿Incluimos otros deportes grupales? 🤼
Casi todas las cuestiones inherentes a la vida humana tienen bibliotecas diversas 📚, y en nuestra sociedad esto pareciera estar multiplicado.
Teorías y criterios por doquier 🤓, fundamentos sólidos 💡 y posiciones antagónicas 🔄.
El avance exigía coraje y lucidez para responder ante cada uno de los dilemas, propiciando el consenso ✅, pero también aceptando “perder” posiciones. ¡Egos atrás! 🚫, necesitamos avanzar 🚀.