El Club Santa Bárbara es el maravilloso fruto de una combinación de aventura, genialidad y disparate. La creatividad y el coraje de algunos, el compromiso y el esfuerzo de varios, y la confianza de un montón. Un puñado de amigos vecinos de Santa Bárbara quienes, en una noche de charlas, tragos y cartas, encendieron la llama: nuestro barrio necesita un club. El objetivo? Crear un espacio saludable para el encuentro familiar, la vida social, el desarrollo cultural, la diversión. Un lugar para disfrutar más de la vida.
El juego devino en “delirio”, y tras un tsunami de ideas, fue naciendo el club con los pensamientos y fantasías de Eduardo Finn, Martín Jellousheg, Horacio Benvenuto y Marcelo Liern.
Impulsados por sus cualidades individuales -visión, convicción, empuje y análisis- dieron los primeros pasos: buscar una fracción de tierra, bocetear el diseño y sumar liderazgo operativo (alguien dispuesto a invertir tiempo y ganas para empujar los avances).
Para esto convocaron a Daniel Sanés, de perfil comercial, habilidades sociales e incansable perseverancia, quien propuso sumarse a riesgo, al fijarse honorarios que dependerían del progreso y la concreción del club.
Este mismo acuerdo a “riesgo” fue aplicado al proyecto arquitectónico y al diseño del masterplan, asumido por el Estudio Gulland con entusiasmo y compromiso.
A su vez, decidieron ampliar el equipo fundador, complementándolo con otros perfiles: Beni del Carril, para colaborar con el marco legal; Jack Smart, con la identidad, la cultura y la comunicación; y Pablo Muñoz, aportando en los rubros de planificación y finanzas.
Se había formado un equipo diverso y “heterogéneo” que podría garantizar el avance del proceso, aunque el camino -por esta misma cualidad – fuera complejo, cambiante y colmado de contrapuntos.
Un equipo fundador que podía encuadrarse en un abanico repleto de matices: operativos, financieros, legales, administradores, comerciales y filosóficos… numéricos y poéticos … confiados y escépticos… volados y concretos… arriesgados y conservadores… extrovertidos y callados… pacientes e impulsivos… obedientes y rebeldes… emocionales y pensantes.